DEJAR IR

He descubierto que en mi relación con el Padre Satanás, es importante dejarse llevar. Satanás dice en el Libro Negro: "Ejerzo dominio sobre todas las criaturas y sobre los asuntos de todos los que están bajo la protección de mi imagen..."

Tener fe puede ser muy difícil para muchos de nosotros. Hay aquellos de nosotros que hemos sido abandonados y abusados espiritualmente por las enseñanzas del enemigo, aquellos de nosotros que hemos sido repetidamente jodidos por otros seres humanos, aquellos de nosotros que hemos sido testigos al ver como se lo hacían a otros y a seres queridos, la lamentable lista sigue y sigue. Se llama realidad. Alguien se enfadó conmigo hace un tiempo y me dijo "tú no confías en nadie" yo le contesté "por eso sigo vivo". En este mundo, por desgracia, no podemos confiar plenamente en los demás.

El Padre Satán es diferente; trabaja con nosotros para curar nuestras heridas psicológicas y establecer la confianza. He aprendido a no preocuparme, a soltarme y dejar que el Padre Satán se ocupe de mis asuntos. Siempre lo hace y todo me sale bien. Nunca me ha defraudado y SIEMPRE ha estado ahí cuando lo he necesitado*.

Lo mismo ocurre con la magia, el uso de la mente y la influencia sobre las personas. Cuando nos soltamos por completo y nos concentramos, es cuando nuestro trabajo es más efectivo y poderoso. Cuando nos preocupamos, nos distraemos o nos preocupamos demasiado por lo que estamos haciendo, nos derrotamos a nosotros mismos.
-Suma Sacerdotisa Maxine Dietrich

*Escribí este sermón hace varios años. Desde entonces sólo puedo decir lo mismo. El Padre Satanás siempre ha estado ahí para mí, y es fiel a su palabra. Nunca me ha defraudado. Nunca he conocido a un ser más maravilloso. Ha cambiado mi vida de una manera muy positiva y me ha dado mucha felicidad interior.

Además, cuando nos preocupamos, estamos poniendo energía negativa y debilitadora, junto con dudas en una situación. La energía negativa puede arruinar cualquier trabajo que estemos realizando. Para la mayoría de la gente es extremadamente difícil dejar de lado las preocupaciones, especialmente en una situación de crisis, pero con una mente bien entrenada, no es tan difícil. La preocupación puede nublar nuestro juicio e impedirnos pensar racionalmente, impidiéndonos resolver problemas. Una vez que ponemos nuestra energía dirigida a algo, lo mejor es dejarlo ir e intentar olvidarnos de ello para que pueda funcionar y hacer su trabajo.

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