Una gran posibilidad, un sueño, una realidad. Ser lo suficientemente glorioso para haber caminado, y lo suficientemente humilde para decir: Finalmente, llegaré a ser como los Dioses.
Como Aquél, Satanás Mismo, que hizo la primera llamada al autoconocimiento y lo dijo, cumpliendo Su promesa: «¡Te haré como Dioses!».
El más alto logro en el Satanismo Espiritual, pero también la piedra angular de los cielos y de la tierra.
"Oh Padre Satán,
Tus Cuatro Letras,
Me Han Llevado Más Allá Del Jardín De Tu Sagrada Revelación,
Me has hecho Eterno,
Estoy sin Principio ni Fin,
Que la eternidad me permita entrar en su seno».
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