Oh en todo mi realismo, veo una estrella resplandeciente. Arde tan poderosa en las alturas de los cielos.

Los Dioses. Ellos que están aquí para ayudar a la humanidad a elevarse a niveles superiores de comprensión, poder, conciencia.

Qué gran destino, considerando todo lo demás, tener a los Dioses. Qué gran estupidez no querer tenerlos en nuestras vidas.

En lo que concierne a nuestros Dioses, ellos nos ayudan a alcanzar la Meta Final.

Hay Dioses que son más grandes, y sus ayudantes y asistentes. En el placer ellos guiarán en los logros.

Cuanto más comprendamos esta tarea, y los respetemos, reverenciemos y creamos en ellos, avanzaremos más suavemente y navegaremos mejor dentro de estos mares turbulentos.

Para respetar a los Dioses, hay que considerar el universo y a ellos como parte de él. Pues, ¿qué son sino seres? ¡Fuerzas eternas!

Para venerarlos, debes comprender que tú también existes en esta jerarquía. Estamos en medio, entre el gusano y el cerdo, el Héroe, el Demonio y el Dios.

Para creer en ellos, debemos conocerlos.

Y sólo los semejantes pueden conocer a los semejantes...