Antes de ser un Dios, ¿qué has hecho para ser un hombre? Esto me pregunto. ¿Qué sé de mi humanidad y qué entiendo de ella?

¿He olido los perfumes y las flores? ¿O no he existido? Creo que conozco la montaña mayor, ¡pero aún no he conquistado mi propia montaña!

¿De qué me sirve admirar la montaña siguiente, si antes no he escalado ésta?

Debo transformarme en hombre. El hombre es humano, demasiado humano. La pregunta antes de seguir adelante es la siguiente: ¿Hemos llegado a ser plenamente una definición de lo que podemos llamar un «Humano»?

Antes de esto, ¿hacia dónde vamos?

Como el Satanismo Espiritual es un camino para hacer un humano de nada más que carne, así de esta carne ociosa debe ser creado un humano completo con espíritu.

Acepto donde estoy ahora; soy un niño, soy un adulto, soy un anciano. Soy humano, pero ¿lo he manifestado?

Como una oruga que se convertirá en mariposa, primero debemos convertirnos en oruga: Por ahora, nuestra humanidad no es más que una idea, aunque nos llamemos «humanos».