En el Satanismo Espiritual, la sociedad y la comunidad son muy importantes. Existimos como partes de una sociedad, un todo mayor, una red de relaciones y asuntos humanos.

Esto implica nuestro mundo externo en el que vivimos en general, pero también nuestra comunidad interna, lo más importante. El grupo más pequeño de esta comunidad es la familia o nuestras relaciones.

Todas deben ser respetadas, pero la comunidad interna de Satanistas Espirituales debe ser tenida en la más alta y sagrada consideración.

Aquellos que hacen lo mejor para todos estos, aplican esa virtud adecuadamente. No se supone que existamos como seres pasivos y ociosos, sino que nos aseguremos de dejar tras nosotros una sociedad mejor de acuerdo con nuestros poderes una vez que dejemos este mundo.

Actualmente también hay que tener en cuenta que dos peldaños antes en la escala de la Ética, estábamos en guerra: Y si la sociedad nos hace la guerra, debemos librar una guerra defensiva de autoconservación contra ella.

Sabemos que cualquier movimiento de este tipo sería injustificado y producto del trabajo del enemigo, ya que sólo estamos aquí para luchar con valentía para despertar a los demás, no para causar más ruina.

Aún así, debemos buscar lo bueno en ello, porque sabemos, como aquellos que tienen los ojos abiertos, que a través del conocimiento, la ignorancia será vencida al final.

En general, nuestra existencia y fundamento como entidades sociales no puede subestimarse, pero tampoco sobreestimarse. Hay que mantener un equilibrio necesario entre nosotros y el mundo.

No podemos vivir separados, ni cumplir nuestras tareas, mayores o menores, sin la sociedad. Por lo tanto, debemos hacer todo lo posible por ser luces dentro de la sociedad.