Los grandes actos sociales o individuales son el camino hacia el crecimiento y el desarrollo personal.

La acción para resolver algo y mejorar es la clave del éxito personal y colectivo.

El poder de actuar parte del ser humano individual y se extiende hacia adelante. Parte de nuestra vida y se extiende hacia el exterior.

En la medida en que negamos nuestro derecho a actuar, o mejor aún, a actuar sabiamente, no avanzamos.

De todos, los que menos avanzan son los que no hacen nada y no emprenden ninguna acción. Toda acción importa: pequeña o grande.

Debemos inspirarnos en los grandes actos de valentía y en los grandes logros del pasado, al tiempo que imaginamos grandes obras para el futuro: cuanto más comprendemos, más nos inspiramos.

La inspiración se convierte en acción, y la acción puede engendrar los actos más nobles, a través de un corazón noble y un alma noble.