La palabra Andrapoda es el término que utilizaban los filósofos de la Antigua Grecia para describir a los seres humanos con un nivel de conciencia y comportamiento igual o inferior al de un animal.

Los Andrápodos pueden ser desde personas sin conciencia espiritual hasta monstruos con forma humana.

Mientras que los animales se rigen por instintos y, por lo tanto, sus comportamientos están plenamente justificados, el Andrápoda es un ser humano que ha renunciado a su identidad superior y que, como resultado, puede acabar convirtiéndose en un patrón de la ignorancia, el mal y la decadencia.

En los niveles más bajos de ser un Andrápodo, las personas serán brutales, irracionales, grotescas, peligrosas y llenas de muchas cualidades que no representan la ética de ninguna manera.

Serán socialmente destructivos, antisociales y pueden representar la destrucción encarnada.

Como estado de decadencia final, el Andrápodo es peor que cualquier humano o animal, peligroso para sí mismo y para la sociedad en general. Representan los niveles más bajos de buena voluntad, bondad y también pueden ser nefastos o malvados, o ninguno en absoluto.

Un Andrápodo, en contraste con un ser humano meramente no consciente espiritualmente, se describe por una intensa negación a educarse a sí mismo, avanzar o comprometerse en cualquier forma de acción de buena voluntad especialmente hacia otras personas.

El nivel final de Andrápodo significa que uno sólo vive para destruir y comprometerse en actividades de auto-servicio que sólo destruyen tanto al propio Andrápodo como a otros seres humanos a su alrededor.

Todos los seres humanos parten de un nivel en el que aún no son suficientemente humanos. Tienen que elegir si quieren avanzar hacia la plena humanización o convertirse en un andrápodo.

La educación, el entrenamiento físico y mental, la mejora ética, la potenciación del Espíritu humano son todos componentes necesarios para que uno se despoje de la identidad del Andrápodo de su interior.

Los Satanistas Espirituales nunca son Andrápodos, ya que han hecho un cambio en su identidad a través del Satanismo Espiritual. Si un Satanista Espiritual se comporta de esta manera, debe ser devuelto a sus sentidos, o debe ser excomulgado del Satanismo Espiritual.