El Satanismo Espiritual es una civilización que construye, respeta y promueve la religión.

Para que el ser humano alcance estas tareas, debe tratar a la sociedad de forma justa y sana, de acuerdo con lo que hace y con lo que puede llegar a ser.

Los Satanistas Socialmente Espirituales deben participar en la sociedad para disfrutar de ella, hacerla evolucionar y mejorar su propio yo.

Actuar contra la sociedad sólo debe ocurrir en los rarísimos casos en que la sociedad está más allá de toda reparación o ha involucionado hacia la pura maldad; incluso entonces, la forma de actuar debe ser para su restauración y armonización, no para su «destrucción».

La destrucción social no es bienvenida en el Satanismo Espiritual, ya que representa la destrucción del organismo vivo que los seres humanos han construido para crecer y sostener sus vidas a través de él.

Si la sociedad se hunde, también lo hace el individuo, sea quien sea.

La creación y el avance social es un objetivo central del Satanismo Espiritual. Los lazos, uniones y una conducta apropiada en los asuntos sociales, es altamente favorecida y promovida en el Satanismo Espiritual.

Si la sociedad va hacia arriba, también lo hace el individuo, no importa quién sea.