Piroquinesis

La piroquinesis es la capacidad de controlar, encender y apagar fuego, utilizando los poderes de la mente.

Esto es peligroso. Uno debe ser hábil y muy experimentado en el manejo y dirección de la energía, ya que la inexperiencia puede causar quemaduras peligrosas a uno mismo, aunque se tenga un aura poderosa. Un aura excepcionalmente poderosa es necesaria para la habilidad piroquinética. Esto también requiere un enfoque y una concentración extrema.

Comienza encendiendo una vela.

Para hacerlo con seguridad, debes ser experto en apagar fuegos antes de encenderlos. Coloca ambas manos, con las palmas hacia dentro, a medio centímetro de cada lado de la llama de la vela y dirige tu energía hacia la llama, deseando que se apague. Esto es extremadamente avanzado y debes tener un aura poderosa. Intenta concentrarte en la energía negra entre tus palmas donde debería estar la llama.

Para encender una llama: realiza tanto la Invocación al fuego como Meditación de calor, y dirige la energía que produces a los chakras de la palma de la mano.

Apaga la vela. Coloca ambas manos, con las palmas hacia dentro, a medio centímetro de cada lado de la mecha de la vela, que debe ser una brasa.

Dirige la energía de los chakras de la palma de la mano y concentra un calor intenso en la brasa para que se encienda. Intenta concentrarte en energía blanca caliente, entre las palmas de las manos. Con la práctica, la brasa empezará a brillar más y, finalmente, se encenderá.

Apaga la llama, concentra la energía entre las palmas de las manos en la brasa de la mecha y dirígela para que vuelva a encender la llama. Con suficiente energía del chakra de la palma y concentración, volverá a encenderse.

A medida que avances, separa cada vez más las palmas de las manos.

Cuando tengas destreza con las palmas de las manos a una distancia de 2 a 3 pies, concéntrate en encender la mecha de la vela sin la brasa. Enciende la mecha fría.

Además de utilizar la energía de los chakras de la palma de la mano, estás utilizando los poderes de tu tercer ojo. El tercer ojo tiene una línea directa de energía a los ojos físicos donde la energía se proyecta. Una vez que seas experto en el ejercicio anterior, intenta utilizar cada vez menos las manos. De nuevo, es importante apagar los fuegos antes de aprender a encenderlos.

Expande tu aura para conectar con la llama de la vela. La vela debe estar a un pie o menos delante de ti. Conecta tu aura y apaga la llama.

Cuando seas experto, haz lo mismo y enciende la brasa.

Cuando seas capaz de utilizar solo tu aura para encender la llama de la vela, expande tu aura para conectar con un objeto a un pie o menos delante de ti y proyecta el calor como hiciste con las palmas de las manos. A medida que avances, ve alejando el objeto cada vez más.

En lugar de limitarse a hacer la meditación del vacío, se pueden sustituir por los ejercicios anteriores, ya que requieren una concentración intensa e inquebrantable.

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